Medicina digestiva y Fibromialgia

MED.DIGESTIVA

Bases generales del tratamiento del síndrome de fibromialgia. El punto de vista de la medicina digestiva.

El enfoque terapéutico de estos pacientes es inevitablemente múltiple, lo que hace conveniente tener claras las inter-relaciones entre las distintas opciones: dieta, ejercicio físico, técnicas de relajación, psicoterapia y ciertos medicamentos. Desde la primera visita se debe establecer el diagnóstico (provisional al menos, definitivo muchas veces); hay que reforzar el diagnóstico en cada visita ulterior.

Ningún régimen alimentario, suplementación mineral o vitamínica, la homeopatía o el psicoanálisis han probado conseguir efecto terapéutico superior al del placebo. La agencia canadiense del medicamento y de las tecnologías de la salud dictó en 2007 consejos acerca de:

– la combinación de medidas educacionales.

– ejercicio físico,

– toma de analgésicos,

– y tratamiento de las alteraciones del humor y las alteraciones del sueño,

que aunque no curan la causa de la enfermedad son capaces –si se combinan- de mejorar la percepción de la CVRS (Calidad de Vida Relacionada con la Salud) de los/as afectados/as. El objetivo es precisamente mejorar la calidad de vida personal, ya que no hay posibilidad (como sucede con el SII) (Síndrome de Intestino Irritable) de curación definitiva.

Se ha demostrado que el ejercicio físico aeróbico de cierta intensidad (progresivo) aumenta significativamente el umbral del dolor en estos pacientes, comparado con el ejercicio físico pasivo. Aunque es variable según distintas personas.

Se recomienda la visita al estomatólogo experto en ortodoncia, para conseguir el perfecto alineamiento de las estructuras dentarias, capaz de lograr el máximo confort oclusal. Ello evita la fatiga masticatoria y parece reducir el dolor del síndrome miofascial.

Son medidas educacionales de primera línea, porque tienen un notable impacto sobre el estado general de cualquier persona, las que indicamos a continuación:

– aprender técnicas de relajación corporal y mental

– aprender técnicas de manejo del estrés.

– evitar el sobrepreso (es absolutamente fundamental).

– hacer ejercicio físico suave al inicio, progresivo, activo, con regularidad.

– evitar tabaco, alcohol destilado, o abuso de estimulantes como cafeína, teína o teobromina, sobre todo desde 6 horas antes de ir a dormir.

– evitar abuso de sedantes, ansiolíticos, relajantes musculares e hipnóticos, porque generan dependencia (a veces no evidenciada). Siempre bajo control médico.

– reducir la ingesta de lactosa, fructosa y sorbitol. Aprender a identificarlos en los alimentos que compramos.

 Régimen alimentario, normas generales:

– comer despacio, masticando bien. No engullir. No beber gran cantidad de líquidos entre las comidas. Una comida o cena tiene que durar más de 15 minutos; lo ideal: 18-22 minutos. Ambiente agradable. Las         preparaciones de las comidas sencillas, evitar salsas y condimentos fuertes (picantes, nuez moscada, etc.)

– breve siesta después de comer, de 15 a 20 minutos, sentado, no acostado.

– es preferible comer cuatro veces al día:

-desayuno (más completo de lo habitual: café o té con leche, yogur sólido o líquido, tostadas, una pieza de fruta),

– comida (no más tarde de las 14 horas) a base de: ensalada o hervido, carne, pescado o huevo (cocido o tortilla), 50 gr de pan, fruta)

– merienda (no más tarde de las 17.30 h): lácteo y fruta; frutos secos

– cena (no más tarde de las 20 horas), a base de yogur o leche fermentada, con bifidus o casei, bebida, jamón York o similar, fruta pelada; 30 g de pan. Ningún alimento antes de ir a dormir

–  aplicarse a comer de forma saludable, con pequeños “trucos”:

– comer despacio, masticando bien.

– evitar un exceso de sal en las comidas è retiene líquidos y sube la tensión arterial.

– si se tiene hambre entre medio de las comidas masticar 8-10 altramuces (sin piel) o comer una manzana o un melocotón pelados, o bien 10-12 cerezas (son muy saciantes), y luego agua.

– evitar alimentos demasiado calóricos: carne o pescado fritos o empanados, grasas como mantequilla o tocino, huevos en forma de tortilla de patata con añadido de harina, o fritos o revueltos con mucho aceite. No salsas. No mojar pan. No comer patatas fritas de bolsa (¡¡lo que más calorías tiene!!), ni galletas, aunque sean “sin azúcar” (tienen más de 100 kcal/pieza en promedio).

– suprimir: bollería, postres de pastelería (aunque sean “sin azúcar”), dulces de cualquier tipo, bebidas calóricas y menos si tienen gas.

– tomar en cada comida al menos 10 gr de proteína. Por ejemplo: 120 gr de patata hervida, 100 gr de carne (plancha o asada), jamon york o pescado (preparaciones sencillas), y suplementar con un yogur descremado (tiene él solo 5 gr de proteína), preferible con L casei o Bifidus

– frutas menos recomendables por ser más calóricas o tener excesiva fructosa: sólo uvas, ciruelas, dátiles; fresas y fresones depende.

– hay alimentos que por su contenido en lactosa (lácteos), fructosa (frutas y verduras) o trehalosa (mariscos) pueden causar intolerancia a muchas personas. Consulte con su médico.

– un cierto porcentaje de la población española tiene alergia alimentaria (huevo, leche de vaca, pescado, marisco, frutas –fresas, manzanas, peras, melón, plátano- frutos secos, legumbres y leguminosas –incluye soja y cacahuete-, hortalizas como apio o tomate). Consulte a su médico sobre esto y la posibilidad de alergia medicamentosa (aspirina, antibióticos, sedantes, etc.), combinada.

– no beber alcohol destilado: no se tolera bien, puede causar diarrea y nubla el juicio. Aumenta la fatiga muscular. Puede dar acidez de estómago o ascendente.

 Si el paciente sufre además de SFM, de Síndrome de Intestino Irritable o Distensión Abdominal Funcional, deberá seguir los consejos siguientes:

– evitar alimentos ricos en fructosa: miel, mermeladas y gelatinas dulces.

– deberá beber al menos dos litros de agua al día (ocho vasos).

– suprimir totalmente el alcohol, incluyendo vino o cerveza: puede dar diarrea y retortijones de vientre.

– se tolera mejor leche con sucedáneo de café, cacao, malta u otros derivados solubles, que la leche sola. Se puede tomar azúcar si no se es diabético u obeso.

– evitar: nata montada, salsa bechamel, requesón cremoso, queso de untar y helados con leche. Todos ellos llevan lactosa en cantidad importante.

– evitar café, té y chocolate. Puede tomar manzanilla o poleo o poleo-menta, preferiblemente calentita.

– si padece estreñimiento: para desayuno cereales integrales (¡¡sin azúcar!!). Abundante agua. Como postre dos yogurs diarios (comida y cena) tipo bifidus. Llevar dentro de lo posible un horario regular para ir al WC. Evitar esfuerzos violentos para defecar, para no tener mareos o síncope. Si se precisa colocar un alza bajo los pies, sentado en el WC.

Autor:  Prof. Dr.Miguel Bixquert Jiménez. Servicio de Medicina Digestiva del H. Arnau de Vilanova. Departamento de Medicina de la UVEG. Área docente de Digestivo.